Plasencia es una preciosa ciudad señorial: si damos un paseo por el casco histórico podemos encontrarnos con numerosas casas palaciegas.
Los visitantes y placentinos las miramos con curiosidad queriendo saber qué esconden dentro, quiénes las habitaban, cómo sería la vida en ellas…
Lamentablemente, a la mayoría de ellas no tenemos acceso ya que son privadas y otras muchas carecen del mantenimiento y cuidados necesarios.
Por suerte, en nuestro hotel, nos esforzamos por mantener la esencia del Palacio Carvajal Girón y nos encanta mostraros los elementos que hacen de este edificio histórico algo indispensable de visitar en Plasencia.
Así que, queremos explicaros en una serie de entradas de nuestro blog algunas curiosidades “semi-escondidas” de nuestro hotel. ¡Esperemos que os gusten!
La Puerta de Entrada
Nuestra imponente fachada de sillería almohadillada alberga la puerta de entrada al hotel.
Esta puerta principal tiene en el suelo una gran piedra de granito en la que si os fijáis, tiene dos hendiduras a los lados. ¿Alguien adivina para qué serían? Pues para que la piedra no fuera un bache y los carros de caballos entraran a la perfección, sin que nadie dentro del coche se llevara un sobresalto.
El Zaguán
Es la sala que hay al entrar en el palacio, lo que llamaríamos hall de entrada o recibidor de las casas de hoy en día.
En el edificio, como hemos visto, entraban los coches de caballos y los señores se bajaban de los caballos en el Zaguán. ¿Pensáis que es fácil bajarse de un caballo? Pues los jinetes que lean esto sabrán no lo es, por eso se construyeron estos escalones de piedra, para que a los señores del palacio les resultase fácil subir y bajar de los equinos.
Hoy, el Zaguán es la recepción del Hotel, y solemos mantener estos escalones decorados para que tengan más protagonismo.
El Atrio
En este artículo os estamos contando sólo algunas de las curiosidades que tiene este edificio, y lo queremos recalcar, porque el atrio tiene otras muchas más curiosidades. ¡Paciencia, que las iremos contando todas!
Hay una curiosidad en especial que pasa inadvertida a la gente que viene a tomar café o a tapear en nuestro hotel. Se trata de una frase escrita en rojo en uno de los muros.
¿Será una oración para proteger el palacio? ¿Quizá unos versos de amor? ¿O quizá la versión renacentista del “Aquí estuvo Paco”?
Te invitamos a que lo descubras e intentes entender qué es lo que pone. 🙂
La Bodega
El palacio contaba con su propia Bodega, y la familia era productora de aceite y lo guardaban en una tinajas enormes almacenadas en ella.
Hoy día estas tinajas forman parte de la decoración del hotel (están junto al restaurante y en el zaguán) y la bodega era lo que hoy en día es la piscina climatizada del hotel. ¿Qué les apetecería más en el S.XVI, tener una piscina climatizada o una bodega?
¡Esperemos que a ellos también les gustaría la idea de tener piscina climatizada en el Palacio!
Las Chimeneas
En nuestro hotel hay varias chimeneas y, algunas, como en la que aparece en la foto, sorprenden a nuestros huéspedes por su situación. La reforma que se realizó en el palacio lo embellece gracias a lo anecdótico: “Aquí todo sucede de otra manera” y éste es uno de los ejemplos.
Esta chimenea concretamente está en un pasillo de la segunda planta del hotel.
Pero no sólo las chimeneas originales de la época hacen especial la arquitectura de nuestro hotel, también sus conductos aportan al edificio más personalidad. En esta habitación el cabecero de la cama son los ladrillos de los conductos de una chimenea situada en una planta superior. Especial, ¿verdad?
El Torreón
Esta maravilla pasa muy desapercibida, ya que desde el exterior muy difícilmente se puede ver, para descubrirlo hay que recorrer alguno de los pasillos que conducen a las habitaciones de nuestra última planta o subir a la terraza-mirador del hotel, que está abierta al público para tomarse algo fresquito en verano (algo muy recomendable si quieres conmoverte con una de las mejores vistas en la ciudad).
En el hotel vemos normal que los clientes, cuando suben a la terraza no presten atención a nuestra torre, porque al entrar se quedan eclipsados por estas vistas a la preciosa catedral placentina.
Esto ha sido todo por hoy, pero prometemos ir subiendo más anécdotas que la historia ha dejado en este hotel y restaurante placentino.
Si te ha gustado esta entrada en el blog y quieres saber más sobre la vida del Palacio, quizá te interese leer este artículo sobre la historia del edificio y la reforma del Hotel Palacio Carvajal Girón.
También puedes venir a verlo y descubrirlo con tus propios ojos, a nuestro equipo les encanta contar y explicar toda la historia de este edificio digno de ver en Plasencia.
¡Si vienes al restaurante a disfrutar de una comida o a tomar algo en el atrio te lo contarán encantados!
Gracias por la detallada explicación, te hace valorar más esté maravilloso hotel.
Muy recomendable, tranquilo, limpísimo, acogedor, trato excelente…